Reabren las salas de juego del Hipódromo de Palermo y del Casino Flotante de Puerto Madero
Después de siete meses de permanecer cerrados, el pasado 16 de noviembre abrieron algunas salas de juego del Hipódromo de Palermo y del Casino Flotante de Puerto Madero. La decisión final se terminó de tomar durante este fin de semana después de varios diálogos entre las autoridades de Lotería de Buenos Aires (Lotba), a cargo de Martín García Santillán, y del ministro de Salud de la Ciudad, Fernán Quirós.
En esta primera etapa el protocolo, sostiene que las salas podrán operar entre un 20% y un 30% de capacidad dependiendo de la ventilación que tenga cada una. Cuando la ventilación sea «natural», es decir sin la necesidad de aires acondicionados, se podrá tener un máximo de un 30% de la capacidad.
A los jugadores se les pedirá que firmen una declaración jurada de que no están infectados con el nuevo coronavirus, como requisito para poder ingresar en las salas de juego que durante el día de hoy fueron inspeccionadas para obtener la autorización de regreso a la actividad.
Cuando sea lugares cerrados, tendrá que tener una capacidad máxima habilitada de un 20% del total, siempre y cuando el establecimiento cuente con renovaciones de 40 m3/h por personas, sin recirculaciones. Esto mismo es lo que se establece para los aires acondicionados de los transportes de larga distancia.
«En todos los casos, se deberá garantizar renovaciones de 40 m3/h por persona por medio de inyección y extracción de aire forzada y se permitirá complementar renovaciones faltantes con recirculaciones de aire por medio de sistema de filtrado portatil tipo HEPA«.
Pero no solo eso, además de la renovación de aire obligatoria, en las salas de juego no se podrá tomar bebidas o comer alimentos. En cuanto a las máquinas tragamonedas que hay en el Hipódromo Argentino de Palermo (explotado Hpasa SA, de Federico de Achával) y el Casino Flotante (explotado por Nortia, Hapsa SA e Invertclub) tendrán que tener una separación de una máquina entre una y otra habilitada. Esto es para mantener el distanciamiento social entre los jugadores.
Acrílicos separadores y tapabocas
A eso se le sumará que en los juegos de paño, como es el caso de la ruleta o el black Jack, los jugadores y el crupier tendrán que estar separados por un acrílico para evitar que haya mayor exposición. En todo momentos jugadores y personal del casino tendrán que usar barbijo o tapabocas. Tampoco se permitirá el ingreso de las personas que no apuesten dentro de la sala.
Entre las medidas que no se tomarán, por lo menos por ahora, se encuentran un sistema de turnos. Asimismo, quedará suspendido el servicio de valet parking.
Modificar las exclusiones
Luego de varias negociaciones, se dedicó corregir la normativa en la Legislatura porteña para poder modificar las exclusiones. Al margen de esa situación, Lotba avanzó con la digitalización de todo el trámite de solicitud del permiso para conseguir una licencia para el juego online para evitar más dilaciones en los plazos como consecuencia de la pandemia del coronavirus Covid-19.
Cuando comenzó el año, en Lotba esperaban recaudar cerca de entre $400 y $500 millones por el juego online. Esos fondos, según explicaron, tendrán el mismo destino que todo lo que recauda Lotba, es decir un 70% para el Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC) y un 30% para el funcionamiento del organismo. «Estamos dejando pasar un elefante por el bazar», afirman fuentes gubernamentales sobre la necesidad de empezar a regular el juego online Entre 2018 y 2019, Lotba detectó casi 1900 sitios de apuestas online y llevó a 900 de ellos a la Justicia. El crecimiento exponencial de la modalidad de juego online fue uno de los motivos centrales que llevaron al jefe de Gobierno porteño a regularizar cuando antes esta situación.
Por estos días, luego del tironeo por las apuestas online la relación entre los empresarios de la industria del juego y la Ciudad parecía estar en vías de recuperación, sobre todo luego del entendimiento entre ambas partes de que la apertura no podía ser este fin de semana para evitar el impacto mediático.
La fecha tentativa de la reapertura había sido conversada por Lotba con los dirigentes gremiales del juego, el Sindicato de Trabajadores de Juegos de Azar de la Argentina (Aleara), a fines de octubre. De ese encuentro el secretario de ese gremio, Ariel Fassione, salió con la impresión de que en noviembre se habilitarían las salas y así se encargó de comunicarlo.